El comienzo del año siempre es un buen momento para hacernos nuevos propósitos, entre ellos el de depurarnos después de los excesos navideños, sea con el objetivo de perder peso, de regular el organismo o limpiarlo y mimarlo para que se sienta mejor. En este sentido se trata de potenciar el consumo de ciertos alimentos y de limitar el de otros, teniendo en cuenta que si deseas realizar una depuración estricta debes solicitar el asesoramiento de un profesional de la salud, en especial de un experto en nutrición y dietética.

Consejos dietéticos

  • Aumenta el consumo de verduras y hortalizas, en especial apio, borraja, coliflor, escarola, endívia, nabo, rábano, ruca, alcachofas…intenta aprovechar los beneficios de los alimentos de temporada. También se pueden hacer zumos naturales de hortalizas.
  • Aumenta el consumo de cereales integrales como el arroz, mijo, quinoa, trigo sarraceno, cebada o avena.
  • Reduce el consumo de proteína animal: carnes, pescados, huevos y lácteos. Si los consumes que sean magros (carnes y pescado blanco, lácteos desnatados).
  • Incrementa el consumo de proteína vegetal: cereales, legumbres, semillas y frutos secos.
  • Toma grasas de buena calidad. Adereza los platos con aceite de oliva y haz tentempiés com semillas y frutos secos en cantidad moderada.
  • Bebe abundante agua, caldos vegetales y infusiones diuréticas y que faciliten la digestión: cardo mariano, manzanilla, extracto de alcahofa, cola de caballo, diente de león, hinojo o anís. Se recomienda que sea agua mineral (no del grifo, a no ser que sea filtrada).
  • Limita el consumo de café, té, bebidas ricas en cafeína y alcohol.
  • Prescinde de la sal y de especies fuertes como la mostaza o la pimienta ya que aumentan la acidez estomacal. Se pueden utilizar hierbas aromáticas digestivas como el laurel, el tomillo, la salvia y el comino.

Consejos higiénicos

  • Para favorecer la eliminación de toxinas es fundamental la práctica de ejercicio físico. Es suficiente si cada día te mueves: ya sea haciendo estiramientos, subiendo escaleras, bailando, yendo en bicicleta, haciendo yoga. Lo mejor es escojer una actividad que te haga sudar.
  • También es importante respirar bien. El modo actual de vida no favorece una buena respiración ya que ésta suele ser superficial, rápida e incompleta. En este sentido deberíamos practicar la respiración baja o abdominal, en la que el abdomen se abomba, lo que permite que entre un buen volumen de aire y en la que el diafragma permanece activo.

Fuente: Dietética y Nutrición