Empieza el buen tiempo, tiempo de llevar sopa mas ligera, temporada de bodas, bautizos y todo tipo de celebraciones. Sabes que te sobran unos quilitos, o simplemente quieres verte mejor y sentirte genial. pues deja de ponerte excusas que no te llevan a ningún lado y sigue los consejos para motivarte e ir al gimnasio:

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Ponte tu ropa deportiva. La perspectiva de ir al gimnasio y esforzarte más allá de tus límites puede ser intimidante. Toma el compromiso de ponerte tu ropa deportiva e ir al gimnasio.  Piensa que puedes irte a tu casa tan pronto como llegues. Pero una vez que estés allí, no será muy difícil convencerte a ti mismo de hacer 15 minutos de ejercicio. Sólo 15 minutos. Una vez que hayas cumplido con esos 15 minutos, comprométete a hacer otros 10. Sigue esforzándote, gradualmente.

Crea un nuevo hábito con recompensas. Las personas que eligen metas simples y establecen un sistema de recompensas, son más propensas a hacer ejercicio con regularidad. Un buen incentivo para ir al gimnasio podría ser poner las llaves debajo de la ropa de gimnasia, de modo que no puedas salir de tu casa sin moverla, y es de esperar que la lleves contigo. Una buena recompensa sería disfrutar de un café con leche o algo similar, después de ir al gimnasio. Eventualmente, tu cerebro va a anticipar la recompensa y anhelarás el proceso (ir al gimnasio) que te conduce a ella. La recompensa no debe ser tan poco saludable que anule tus esfuerzos de ir al gimnasio.

Pruébate ropa. Tal vez te motivará tratar de introducirte en unos vaqueros y no lograrlo. Saca todas esas prendas hermosas que deseas usar, además de las que usas, pero que te quedan terriblemente apretadas, y utiliza esto como motivación para volver al gimnasio

4Identifica la talla que realmente quieres tener. Si solías usar una talla mucho más pequeña, pero desde entonces has engordado, no tires la toalla y simplemente reconoce tu nuevo tamaño. El entrenamiento puede ayudarte a restaurar una figura de la que estés orgulloso y también te puede traer de vuelta la energía juvenil. Por supuesto, debes ser realista sobre la talla y elegir una medida que sea sana y adecuada para tu sexo, edad y tipo de cuerpo

Sé realista acerca de la frecuencia con la que puedes asistir al gimnasio. Si comenzaste con la idea de ir todos los días laborables a las 5 am, pero te das cuenta de que es realmente difícil mantenerlo mientras haces malabares con los niños, los horarios de trabajo y tus hábitos nocturnos, entonces es el momento para actualizar tus expectativas sin renunciar a todo

Estudia tu horario. ¿Dónde hay un lugar para el gimnasio? Siempre hay un poco de tiempo de sobra en algún lugar. Anota las veces que vas a asistir al gimnasio en tu calendario o agenda digital y no ignores estas horas establecidas sin una muy buena razón, como emergencia o enfermedad. Mantener fija la hora, ayuda a desarrollar el hábito.

7 Aprovecha horarios poco usuales. Si el gimnasio está abierto los domingos  utiliza esas horas cuando el tráfico está tranquilo y puedes llegar en la mitad del tiempo que en hora normal. Además podrás estacionar más fácilmente, tendrás más tranquilidad y menos distracciones.

8 No te preocupes por las ausencias. Todo el mundo falta de vez en cuando, pero si tomas tus ausencias del gimnasio como una razón para no volver, eso es sólo una excusa. Acepta que has perdido un par de sesiones y comienza de nuevo.

8 Cambia tu rutina de ejercicio. Tal vez ya vas al gimnasio regularmente, pero se ha convertido en una rutina aburrida. Probar algo nuevo en el gimnasio y cambiar el equipo habitual, podría resucitar tu motivación para seguir adelante. Un cuerpo acostumbrado a un nivel de ejercicio o a una rutina, necesita retos nuevos y también la mente los necesita. Sorprende a tu cuerpo y continuarás mejorando tu condición física y obtendrás más diversión.

9 Inscríbete en sesiones adicionales de entrenamiento Boot Camp, Clases especiales… Algunos gimnasios ofrecen la oportunidad de  probar algo nuevo y divertido.

 

 

Consejos

  • No dejes que la balanza afecte tu estado de ánimo. Si estás levantando pesas, ten en cuenta que el músculo pesa más que la grasa. Toma la ropa como referencia. ¿Los pantalones te quedan más holgados o has reducido un talle? Y lo más importante, ¿cómo están tus niveles de energía? El aumento de energía es siempre una buena señal.
  • No te apegues a un solo ejercicio. Trata de mezclarlos un poco. Si todas las escaladoras están siendo utilizadas, intenta volver a visitar la cinta caminadora y dedica un tiempo a la bicicleta fija. Mantener a tu cuerpo cambiando de ejercicio AUMENTA, lo creas o no, la cantidad de calorías y grasa que quemas en una rutina regular de ejercicio. También ayuda a estimular a tu mente, sacándola del aburrimiento de estar constantemente en la misma máquina.
  • Los gimnasios proporcionan grandes oportunidades sociales. Utiliza el tiempo en el gimnasio como una forma de conocer gente nueva, especialmente si estás tomando una clase.
  • Sigue siempre las reglas del gimnasio al que asistas, limpiando equipo y siendo cortés con los demás.