Principios del Método Pilates

Este sistema se basa en una serie de ejercicios pensados para flexibilizar y tonificar la musculatura y el tejido tendinoso, centrándose en la parte baja de la espalda y zona abdominal, con el fin de conseguir una correcta postura corporal.

Cada ejercicio se repite entre 8 y 12 veces, con movimientos dinámicos y controlados, esto ayudará a fortalecer y tonificar los músculos buscando siempre su elongación, y no el aumento de volumen.
El principal objetivo del método es conseguir fuerza abdominal, mejorar la flexibilidad y un control total del cuerpo (De hecho su creador, Joseph Pilates, lo llamó “El arte del control o Contrología”, porque cada movimiento está calculado y específicamente pensado para reducir el riesgo de lesiones y garantizar la eficacia de los ejercicios).

Los movimientos del método están basados en sus seis principios básicos:

• Concentración-Visualización
La Concentración es fundamental para poder conectar el cuerpo y la mente. Durante la práctica del método, especialmente en las primeras sesiones, es clave concentrarse en el área del cuerpo que se está trabajando y poner atención en sentir el ejercicio que se ejecuta. La concentración ayuda a establecer las conexiones neuronales previas e indispensables en todo aprendizaje. Con el tiempo y gracias a las repeticiones sucesivas y durante la práctica continuada, se conseguirá que la realización de los ejercicios se realice de manera correcta y automática. (Sin tener que pensar en cómo realizar el ejercicio)

• Control:
El Método Pilates se articula en torno al control muscular, es decir, sin movimientos bruscos, causales o irregulares, con el objetivo de evitar lesiones. Asimismo, el control mental es básico ya que el método considera la mente como indivisible del cuerpo.

• Precisión:
La precisión en la ejecución de los movimientos es clave y deriva del control exigido para realizarlos. En Pilates cada movimiento tiene un propósito y esto es vital para la ejecución correcta del ejercicio, por lo que es fundamental concentrarse en realizarlo de un modo preciso y perfecto.
• Fluidez de movimiento:
Durante la práctica del método es importante realizar los ejercicios con fluidez, de un modo ni muy rápido ni muy lento. En Pilates no existen movimientos aislados o estáticos, sino que se sigue el fluir natural del cuerpo.

• Respiración:
La correcta respiración es un factor básico en el método Pilates y forma parte integral de cada ejercicio, siendo siempre coordinada con el movimiento. Una de las finalidades principales de Pilates al desarrollar su método es lograr limpiar el torrente sanguíneo a través de la Oxigenación, aumentando la eficacia de la asimilación del oxígeno y de la capacidad respiratoria. Para ello es absolutamente necesario respirar correctamente y llevar un ritmo adecuado de inspiraciones y espiraciones completas y profundas, durante la ejecución de los ejercicios. Conseguiremos, de esta forma, expulsar el aire viciado del organismo (Cargado de CO2) y restablecerlo de aire fresco y oxigenado, logrando así revitalizar todo el sistema. Además una buena respiración ayuda a controlar los movimientos y facilita la estabilidad y la movilidad de la columna vertebral y las extremidades.

• Centralización-Alineación.
Joseph Pilates desarrolló su sistema en torno a la idea de “Centro de energía” donde se condensa toda la fuerza necesaria para realizar los ejercicios. Centro neurálgico de todos nuestros movimientos, desde allí fluye hacia las extremidades, coordinando los movimientos, a la par que fortaleciendo y protegiendo la columna. Para ello, los ejercicios de Pilates se inician en los músculos que constituyen el “Centro de energía” (que son los músculos de la zona lumbar-abdominal: cuadrado lumbar, transverso, psoas-iliaco, glúteos y demás musculatura y tejido tendinoso, sin olvidarnos del suelo pélvico. “Este centro de energía” o “Core” bien tonificado y en forma, será la base sobre la que se sustentará nuestra correcta postura, una buena alineación corporal y nuestro aspecto “estirado”.

Dinámica del Método Pilates

Para poder practicar el método de modo correcto y así evitar posibles lesiones y maximizar sus beneficios, es necesario realizar los ejercicios de una manera adecuada y siempre bajo la supervisión de un profesional formado en alguna de las diferentes escuelas donde se imparte el método, que ideó y desarrolló Joseph Pilates. La práctica de estos ejercicios físicos requiere una técnica que debe ser aprendida y medida mucho más en su calidad que en su cantidad.

Además, para el buen desarrollo de los ejercicios, es vital mantener un correcto alineamiento corporal, una buena concentración, control y coordinación constante de la respiración. Todos los ejercicios deben hacerse de forma controlada y precisa.

El método se compone de más de 500 ejercicios si sumamos sus dos modalidades básicas; con máquinas de Pilates y ejercicios en Mat (suelo), en los que se trabaja especialmente con los abdominales, los oblicuos, la base de la espalda, los glúteos y el suelo pélvico, encontrando no obstante, ejercicios para trabajar prácticamente todos los músculos del cuerpo a excepción de los músculos faciales. Los aparatos especiales para la realización de estos ejercicios son: Reformer, Cadillac, Silla (Wunda Chair) y Barril.

Estos aparatos fundamentales de un estudio de Pilates, fueron diseñados por Joseph Pilates. Hoy día se siguen utilizando los mismos aparatos que inventó el fundador, sin prácticamente ninguna variación en cuanto a su diseño y funcionalidad. No obstante con el tiempo se han desarrollado varios elementos, los cuales se utilizan como apoyo a los ejercicios clásicos de Pilates, principalmente en su modalidad de suelo, como: Gomas elásticas, Tonic balls, Magic circle, Foam roller, etc.

Después de varias sesiones de Pilates, pronto comenzarás a sentir sus efectos: Tu cuerpo estará más flexible, ágil y armonioso. Tu figura estará más esbelta y estilizada, tu contorno abdominal se habrá reducido, tu respiración será más fluida y profunda, tu higiene postural será mucho mejor y tendrás una sensación de vitalidad que te permitirá enfrentarte a la actividad diaria de mejor humor. Resumiendo: Tu calidad de vida habrá mejorado.

“Con diez sesiones sentirás el cambio, con veinte sesiones verás el cambio y con 30 sesiones tendrás un cuerpo nuevo”
Joseph Pilates