Está claro que no hay nada marcado para ninguna etapa durante el un año de entrenamiento (que no de calendario) pero las fases se marcan solas normalmente, esto es debido a diversos factores que se dan en cada temporada del año y que influyen a que los entrenamientos sean así,

Si bien todo parece girar en torno a la definición y que esta acabe justo para el verano, no todo es un ciclo repetitivo sin más, normalmente es así por unas serie de factores que identifican las etapas con las temporadas. Veamos cuales son las posibles causas o parámetros que pueden marcar una etapa:

  • Volumen: sin duda alguna la mejor temporadas para realizar la etapa de volumen es el invierno, donde se pueden comer más cantidad de carbohidratos y apetecen mejor platos calientes como purés, lentejas, alubias o el mismo arroz integral. Además es una época de excesos por estar en medio de las navidades y mejor un atracón en volumen que en otra fase.
  • Fuerza: la fuerza normalmente se realiza bien dentro de la definición y el volumen para activar más fibras o de una manera más intensa y explosiva, y no depende tanto de la temporada del año, ni de la dieta, si bien es más fácil realizarla con dieta de volumen, por lo que el otoño, invierno es lo ideal.
  • Definición: si el invierno marca una fase donde se puede comer con ganas el verano marca un desorden radical, ademas que el tiempo mejora y se hacen más actividades alternativas, por eso la gente intenta llegar a su objetivo antes del verano, aunque también está la parte estética, pues es en verano cuando más se va a enseñar el cuerpo, por tanto la temporada marcada para definir es la primavera.
  • Mantenimiento: mucha gente llega a un nivel muscular que quiere mantenerlo y realiza rutinas de mantenimiento, aunque si bien hay que saber que un cierto volumen muscular sólo se mantiene con entrenamiento intenso y fuerte y variando las rutinas. El mantenimiento normalmente se hace en verano una vez que se ha llegado al objetivo.