Son de sobra conocidos los beneficios de la natación en cualquier edad.

La natación es un deporte muy completo: involucra todos los grupos musculares. En los niños y adolescentes, este ejercicio fundamentalmente aeróbico y realizado de manera regular, provoca no sólo un disfrute activo del ocio, sino una reducción de los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular. El medio acuático es el espacio físico más completo que existe para el desarrollo de las aptitudes físicas, psíquicas y neurológicas. La natación se puede practicar desde los primeros meses de vida, estimulando el reflejo glótico e iniciándose en el aprendizaje a los 3 años.

Por eso, durante la semana del 19 de marzo, aprovechando con la festividad del día del padre, invitaremos a TODOS LOS PAPÁS a participar en la clase con su hijo de piscina pequeña. (Bebés y rosas).

Razones para nadar

Controla el peso corporal, lo que previene la obesidad en niños (y el 80 por ciento de niños obesos lo serán también de adultos).

 

Ayuda a mantener unas cifras de tensión arterial más bajas.

 

Baja la concentración de colesterol en sangre: reduce el desarrollo de la arteriosclerosis desde la infancia.

 

Disminuye los niveles de glucosa en sangre debido a que el ejercicio aeróbico produce una mayor sensibilidad a la insulina. Por ello, reduce las necesidades de insulina en niños diabéticos.

 

Contribuye a aumentar cualitativamente la capacidad de esfuerzo físico en niños, condicionando una mejor respuesta cardiovascular.

 

Mejora la flexibilidad, coordinación, agilidad, velocidad y fuerza muscular.

 

Saber nadar puede favorecer la socialización y la solidaridad; tener nociones de salvamento y poder ayudar en una situación real es un valor agregado en el aprendizaje.

 

En niños con problemas neurológicos y parálisis cerebral, el medio acuático a 28 grados de temperatura hace que los músculos y el sistema nervioso pasen del estado de tensión al de relajación.